Reconozco que este es un pedido polémico, va contra la corriente, va contre los paradigmas vigentes, va contra la reducción de costes, va contra la tendencia a prolongar el trabajo y retrasar la jubilación. En fin no va a ser bien recibido, pero recurdan los más viejos de hablar con su abuelos, o de leerlo en los libros de clases cuando las jornadas eran de 80 y más horas semanales, cuantos sesudos opinadores y políticos veían en una drástica reducción el fin de sus tiempos y formas de vida, el tiempo probo que estaban equivocados, y otra vez necesitamos cambiar, el ser humano está técnicamente preparado para mover con eficacia industrial y de servicios con menos horas de trabajo a la semana y con más de nosotros ocupando nuestro puesto en el engranaje del trabajo mundial.
La reducción aliviará significativamente al desempleo, permitirá una mayor movilidad de las personas y una mejor aceptación de las mismas en otros lugares. Aquí hay poco espacio para desarrollar toda una teoría de soporte para esta idea, pero es un semillero para la misma, debe calr entre nosotros primero, y por qué debe ser así, porque nosotros los desempleados seremos los beneficiarios directos de la misma, luego toda loa humanidad se beneficiará. Esta si la empezamos será la revolución más importante de este siglo y llevará de la mano otras importante y notorias revoluciones, como son el renacer de las relaciones de familia en el tiempo libre, las familias pueden ser diferentes hoy día, pero sin tiempo de convivencia no hay familia, no hay progresismo que valga, sin tiempo para convivir no hay relación más allá del encuentro en microespacios.
El llamado movimiento slow, en su llamado a bajar nuestro frenético ritmo de vida está un poco en el camino y nosotros con una especial exigencia no solo a España, sino al mundo y contando con los parados en el planeta entero podemos de verdad cambiar el mundo. Bajar la jornada laboral a 20 horas a la semana es el primer paso para uno de los cambios más radicales y benéficos en la historia humana.
La reducción aliviará significativamente al desempleo, permitirá una mayor movilidad de las personas y una mejor aceptación de las mismas en otros lugares. Aquí hay poco espacio para desarrollar toda una teoría de soporte para esta idea, pero es un semillero para la misma, debe calr entre nosotros primero, y por qué debe ser así, porque nosotros los desempleados seremos los beneficiarios directos de la misma, luego toda loa humanidad se beneficiará. Esta si la empezamos será la revolución más importante de este siglo y llevará de la mano otras importante y notorias revoluciones, como son el renacer de las relaciones de familia en el tiempo libre, las familias pueden ser diferentes hoy día, pero sin tiempo de convivencia no hay familia, no hay progresismo que valga, sin tiempo para convivir no hay relación más allá del encuentro en microespacios.
El llamado movimiento slow, en su llamado a bajar nuestro frenético ritmo de vida está un poco en el camino y nosotros con una especial exigencia no solo a España, sino al mundo y contando con los parados en el planeta entero podemos de verdad cambiar el mundo. Bajar la jornada laboral a 20 horas a la semana es el primer paso para uno de los cambios más radicales y benéficos en la historia humana.
